En AIU, creemos que el conocimiento y la información están evolucionando y es nuestro deber enfocarnos en cada uno de nuestros estudiantes como actores clave en su destino. La universidad de este siglo debe generar nuevos conocimientos en lugar de dedicar tanta energía a la publicidad sobre el tamaño de sus campus, sus bibliotecas y más comúnmente su acreditación y/o nivel académico. AIU piensa que una universidad debe estar cada vez más integrada en el “mundo real”, la sociedad, la economía y el ser humano holístico. Como tal, debe concentrarse en su objetivo final, que es el estudiante, y sumergirlo profundamente en una praxis diaria de cambios de paradigma.

Los estudiantes de AIU deben cumplir su misión de autoaprendizaje como núcleo de los valores de la vida diaria a través del tipo de experiencias que conducen al progreso cuando la información se convierte en educación. Toda la familia AIU piensa en la universidad como un lugar que valora la diversidad y el talento de una manera que forma a la humanidad para el presente y el futuro, y llama todos los días a los profesionales a empoderarse en los ámbitos académico y profesional. No olvidemos que en AIU, los estudiantes son responsables de descubrir sus propios talentos y potencial, que deben autodesarrollarse de tal manera que el producto terminado se revele como una flor que florece más bellamente con el tiempo.
Los estudiantes de AIU también deben mostrar interés en temas que no estén directamente relacionados con sus carreras. Esto permitirá una mayor creatividad que se puede utilizar para mejorar diferentes tipos de soluciones con una marca comercial de eficacia y eficiencia.

La postura de AIU que va en contra de la idea del campus como un escape de la presión del día a día. Creemos que la realidad es el mejor potenciador potencial y que uno realmente aprende a través del pensamiento, la lluvia de ideas; lo que conduce a nuevas soluciones y, en última instancia, al renacimiento de un ser humano plenamente integrado en un entorno mundial sostenible. Se cree que el autoaprendizaje se actualiza desde adentro en lugar de un punto de vista de arriba hacia abajo. Necesitamos crear una sociedad donde se priorice la solidaridad, la cultura y la vida en lugar del racionalismo político o económico y las tecnoestructuras. En resumen, las características de los estudiantes y ex alumnos de AIU siguen siendo la independencia, la creatividad, la confianza en sí mismos y la capacidad de asumir riesgos hacia nuevos emprendimientos. Se trata del valor de las personas y se basa no solo en lo que saben, sino también en lo que hacen con este conocimiento.

Recordemos que las personas, y no las profesiones, son el verdadero fin último de la educación. Es fundamental para nuestra cultura cambiar los paradigmas dirigiendo su enfoque más allá de los simples deberes de un trabajo. En otras palabras, el éxito en un puesto se mide por mucho más que los parámetros de la descripción del puesto y el salario asociado con él. Otros criterios que deben considerarse son el porcentaje de personas que viven de los resultados del desempeño profesional, la contribución económica a la comunidad mundial, la producción intelectual y la solidaridad con los demás. Es la esperanza de AIU, que su cuerpo estudiantil desarrolle metas a largo plazo no solo por su espíritu organizacional sino también por sus esfuerzos humanos.