Les saludo en ocasión de reflexionar sobre mis vivencias en AIU. Para tal fin, he seleccionado las siguientes palabras de Francisco Michavila[1]:
El camino de la inercia no lleva al futuro, y tampoco la rutina. Atreverse tiene sus riesgos, pero mucho mayores y más probables son los de no hacerlo. La firmeza en las convicciones no es renunciable. Se trata de seguir y seguir a pesar de las dificultades y de que en más ocasiones de las deseables los apoyos son escasos. Al cabo de los años, la sensación del trabajo bien hecho, y de haber entre todos ayudado a que la universidad contribuyese a construir una sociedad mejor, compensa cualquier tipo de sinsabor.
A pesar del dilema y las dudas por mi poco tiempo y los recursos financieros requeridos para cursar el programa, iniciar el Doctorado con ustedes ha sido una experiencia significativa en mi vida por varias razones:
1ro. Es la primera experiencia académica que he desarrollado virtualmente. Ahora sé que se puede auto gestionar el aprendizaje de manera satisfactoria, no por lo que haya leído o me hayan comentado, sino porque pude comprobarlo en las planificaciones, ejecuciones y evaluaciones que envié como requisito de mi programa.
2do. Entiendo las ventajas de las videoconferencias.
3ro. He asumido que la formación, la especialización, el desarrollo de competencias y la construcción del conocimiento es un asunto integral. No se desarrolla el Ser con solo tener más información, es preciso incorporar a los planes educativos lecturas, análisis, comentarios…en fin, actividades y estrategias que promuevan los valores, la ética y la moral.
4to. Estoy ahora más consciente de la interconexión de todo y de todos, de las proyecciones energéticas que emanan desde lo intangible, de los fallos de la percepción por los sentidos y del sentido de causalidad en todas nuestras vivencias. Todo esto me induce a priorizar los asuntos espirituales y laborales concomitantemente.
5to. He asumido que el complejo entramado universitario amerita claridad y simpleza en sus políticas y filosofías institucionales, a fin de que todos los sectores involucrados y vinculados las puedan asumir. En este proceso de apropiación, el diseño estratégico debe ser aplicable, real en el logro de objetivos, en la consolidación de los programas y en la calidad de los servicios.
6to. Estoy convencida de que promover rediseños y transformaciones universitarias implica un esfuerzo mancomunado a través del tiempo, apropiada administración de los recursos y vinculación directa con las necesidades sociales, económicas y educativas de la población en la cual se proyecta.
7mo. Concluyo que esta experiencia ha sido favorable porque he crecido internamente, aunque admito que me falta mucho por aprender, por desarrollar, por hacer…
Después de todo, les agradezco su apoyo y la oportunidad de crecer con ustedes. Les felicito porque en estos años he constatado que con sus métodos, contribuyen al desarrollo sostenible de todos los ambientes donde habitan sus cursantes y considerando su alcance virtual, puede decirse que su contribución se esparce por el mundo.
Mtra. María Cristina Ortiz Monagas
[1] Catedrático de Matemática Aplicada y director de la Cátedra UNESCO de Gestión Política Universitaria de la Universidad Politécnica de Madrid, en las palabras del prologo del libro Promover el Cambio Pedagógico en la Universidad.