“Carta de
Experiencia”
Es para mí
relevante compartir esta experiencia en AIU para que pueda servir de estímulo
para muchos otros estudiantes o aspirantes a emprender alguna carrera
universitaria.
Luego de
haber iniciado y cursado dos carreras de Doctorado en mi país, Argentina, uno
en Ciencias de la Comunicación y otro en Ciencias Políticas, me encontré que no
satisfacían mis expectativas, en buena medida porque debía adaptarme a un
“molde” preconcebido que condicionaba mis expectativas.
El “gran
secreto” de AIU es la implementación de la andragogía como método de
educación. Mediante el mismo el adulto decide qué estudiar y traza sus propios
horizontes en su camino de aprendizaje en función de los objetivos que desea
alcanzar. La gran diferencia respecto de los métodos estructurados basados en
la pedagogía reside en que el cursante no se halla forzado a estudiar materias
o seminarios que lo distraen de sus metas de especialización porque son ajenos
a ella. Al diseñar su propia currícula de estudio puede concentrar todo su
esfuerzo sumando materias y seminarios afines a su capacitación en función de
sus objetivos.
Esa autonomía
en su aprendizaje es mucho más didáctica y motivadora ya que el adulto no es
forzado a estudiar por “deber” sino que aprende porque que lo desea, por avidez
a incorporar nuevos conocimientos.
Esta perspectiva
de estudio es sumamente motivadora e incrementa substancialmente el pensamiento
creativo así como la disponibilidad a aprender. Este proceso virtuoso favorece
la reflexión, la conceptualización y permite, luego, una mejor transmisión de
los conocimientos adquiridos.
Esta ha sido la
experiencia que me ha dejado cursar mi doctorado en AIU, fortaleciendo lo que
siempre he pensado como docente: lo más importante es enseñar a pensar.
Marcelo Javier
de los Reyes