—
En primer lugar quiero agradecer
el profundo interés en el desarrollo académico que mantiene la AIU con sus alumnos, del cual de manera
personal pude apercibirme con profunda satisfacción, en
cada etapa del curso de Doctorado que realicé dentro de esta
institución.
Ese
trato personal y expedito me dio confianza y seguridad de que iba en el camino correcto y que estaba respaldado
por una institución de gran calidad académica formada por profesionales de gran
experiencia y calidad.
Mi experiencia personal con la
Atlantic International University, es
gratificante, y satisfactoria, y la recomendaría a cualquier persona que quiera
superarse académica y profesionalmente,
sobre todo a quienes por diversas razones, no pudieron concluir sus
estudios o desean superarse, y cuentan con grandes experiencias en la vida, o
una gran formación autodidacta, que muchas veces produce a los mejores
eruditos; casi siempre no reconocidos,
de lo cual tenemos un gran número de ejemplos en la historia, pero
quizás el caso más paradigmático recientemente documentado que circula en
internet, es el del Medico Hamilton Naki, un Sudafricano y un hombre, tenaz y brillante, que no tenía título de médico,
pero fue quien retiró el corazón de la donante con el cual se realizó el primer
trasplante exitoso de corazón; en la historia de la medicina, ese trabajo era
tan difícil y delicado como el trasplante mismo, Cristian Barnard, el jefe del
equipo que realizó este trabajo lo seleccionó por su extraordinaria capacidad,
aunque no tuviera titulo, y aun con un problema mayor; que a él no le
importó, que era negro; en la época del
apartheid, por ello no lo pusieron en la lista de quienes realizaron este
trabajo, finalmente cuando terminó el apartheid, le concedieron una
condecoración y le otorgaron el Título
de Médico Honoris Causa.
La AIU,
me recuerda este caso paradigmático, pues es como esa mano generosa, que reivindica a quienes lo
desean, a todas esas mentes anónimas, muchas veces brillantes, que permanecen en la obscuridad, por la falta de un elemento
formal que de respaldo al conocimiento autodidacta y a la experiencia, una institución que pretende darle método, orden y
profundidad, a este conocimiento, reconociéndolo formalmente ante el mundo.
Felicito esta universidad,
reconociendo que aun existe mucho por hacer, y que siempre habrá crítica buena
y mal intencionada, pero confío en que
jamás se pierdan de vista los objetivos superiores de su existencia.
Les ratifico la seguridad de mi más
amplio conocimiento y respeto.
Atentamente
Ing.
Julio Cesar Vega Olivares