CARTA DE MI EXPERIENCIA EN AIU
Estimadas/os señoras/es de AIU:
Es en primer lugar un verdadero motivo de orgullo haber culminado mi programa en AIU en las fechas programadas. En efecto, había previsto culminar mi programa en junio de 2010 con la presentación de mi tesis doctoral en Derecho de la Empresa. Cumplo pues uno de los sueños que nunca pensé que podrían hacerse realidad ya que en mi país no existe institución universitaria con estudios que sancionan el nivel de doctorado.
AIU ha supuesto para mí, parafraseando a Arquímedes, el punto de apoyo de que necesitaba para dar una vuelta a mi vida profesional, académica y personal, ya que siento en mi fuero interno haber adquirido suficientes conocimientos que he podido poner ya practica tanto a nivel nacional como a nivel de la región del África Central y a nivel internacional. En efecto, se me solicita cada vez más para dar mi punto de vista en materia de derecho empresarial y de derecho comunitario de la integración, las principales materias que han sido objeto de mi tesis doctoral como de los manuales que desarrollé como asignaciones de la segunda fase.
El último capitulo de la Tercera parte de mi tesis doctoral, “el Derecho Comunitario y de la Integración” aparecerá en un libro que publicarán el FIIAP, Organismo del Consejo Superior del Poder Judicial de España y el Ministerio de Justicia y Culto de la República de Guinea Ecuatorial en el presente año. Al respecto, he firmado un importante contrato de consultoría con dicha institución española. Otros capítulos de la tesis están siendo negociados con otros organismos interesados para su publicación, ya que al ser la tesis muy extensa, se procederá a la publicación por títulos o capítulos.
Seria también justo señalar que el manual redactado como asignación de la segunda fase sobre “el Derecho Comunitario y de la Integración” ha servido de base a los trabajos de reforma del Derecho Comunitario y de la Integración de la Comunidad Económica y Monetaria del África Central (CEMAC).
La verdad por delante, he de reconocer que dos plataformas – haciendo mía la expresión de Kenichi Ohmae en su “Próximo Escenario global” – han facilitado la culminación con éxito de mi programa en AIU: la plataforma académica y la plataforma documental.
Entiendo por plataforma académica, el cuerpo de asesores académicos de AIU, en particular el Dr. Valcin, que han sabido hacerme superar las dificultades iniciales para conocer el funcionamiento de la Universidad. Sus consejos, su aliento y su presencia cuando el desanimo empezaba a embargarnos, han sido muy determinantes para recobrar cada vez fuerzas y acabar pensando que después de tanto sacrificio, llegará este momento tan añorado de graduarme como Doctor en Derecho de la Empresa.
Por su parte, como plataforma documental entiendo la increíble y fascinante oportunidad que ofrece la biblioteca en línea de AIU. Una de las dificultades que enfrentan los doctorandos en África es la insuficiencia de documentación para llevar a cabo las investigaciones. Sin embargo, con la biblioteca virtual del AIU nunca falta a sus estudiantes material para la realización de sus trabajos. Tratase de la biblioteca propia de AIU, tratase de las demás bibliotecas en línea accesibles a través de la plataforma que ofrece AIU a sus estudiantes.
Seria interminable mi carta de experiencia en AIU, pero acabaré afirmando que AIU ha sido un renacer para mí, un recomenzar ya que el mismo día en que envié mi tesis por el conducto de mi sección electrónica del estudiante, me di cuenta de que ser Doctor en Derecho de la Empresa me obligaba a ser más modesto ya que he comprendido que nunca se puede alcanzar la plenitud del saber sobre una disciplina, sino que podemos aspirar a un conocimiento no exhaustivo de una minúscula fracción de una disciplina, como es el mi caso el Derecho.
Deseo todo lo mejor a estas magnificas personas que componen AIU y que están haciendo un