Mi experiencia con AIU me ha permitido ampliarmi horizonte como educador y formador. No había concebido que yo pudiera estudiar en línea y con asesoría de quienes son expertos en la materia; sin embargo el trabajo realizado con ustedes me permitióconoceresta nueva faceta y disfrutar de ella. Ingresar a este programa, me potenció la autonomía y disciplina académica.
Conocí a AIU a través de un amigo graduado y par académico quién me ayudó a ingresar, enterándome de esta manerade las bondades de la institución. El segundo motivo, por el cual apliqué e ingresé, fue la financiación o beca otorgada por la universidad a sus aspirantes y el apoyo laboral que me otorgó The English School; Colegio de Inglaterra, donde actualmente laboro.
Los trabajos realizados en las primeras fases fueron emocionantes porque hice lecturas enriquecedoras y de gran ayuda, aportándome una nueva visión cultural y de vida académica. Por otro lado, las charlas con pares académicos me ayudaron muchísimo porque, definitivamente, hacer conversatorios con otros enriquece y orienta la experiencia investigativa y la elaboración de trabajos.
Los tiempos que establecípara la elaboración de los trabajos asignados fue muy valioso y aproveché momentos de descanso y de trabajo alternadamente y al máximo. Aunque en ocasiones fue difícil ajustarsea las metas establecidas, también hubo momentos de tranquilidad cuando sabía que no me estaban presionando, ni me exigían al término producción. En este punto la universidad me dio la tranquilidad que otra universidad no me hubiera permitido, el compartir con mi familia momentos de descanso y vacaciones. Era mi ritmo lo que me permitía estar bien.
Para llevar a cabo este proceso, usé un método sencillo pero enriquecedor: inscribía las materias de mi pensum cuando ya tenía el trabajo o estaba en su etapa final para no incumplir con las materias asignadas. También profundicé en algunas clases que deseaba que estuvieran por escrito y que yo había desarrollado durante años en la institución. Mi experiencia como maestro me permitió ahondar en temas y programas que antes parecían ser un requisito laboral. Esto se convirtió enuna de las mayores satisfacciones.El plasmar por escrito el ejercicio de la docencia se convirtió en una de mis mayores satisfacciones. Comotambién había leído que Ferdinad de Saussure, padre del estructuralismo y de la Lingüística, no escribió su libro sino que fueron sus discípulos, entonces me dije que yo podía escribir mis clases para que fueran leídas e hice algunas de este tipo.Cada lectura arrojaba otras y otras hasta que encontraba el camino a seguir y escribí.
Otra de las grandes satisfacciones fue la de ver mi estado de escritura en evolución. En ocasiones es necesario que otro lea los trabajos y mencione cuáles son loserrores de redacción. Mi esposa leía mis trabajos y evidenciaba errores que como escritor foráneo no advertía. Sé que debo seguir escribiendoy debo hacerlo como un ejercicio diario puesno es fácil esta actividad.
Muchos de mis colegas comentaban de sus logros académicos y con alegría sabía que yo también podía hacerlo. Algunos me animabanpara que siguiera y trabajara en los momentos disponibles para la universidad.
Muchas de estas conversaciones me reanimaban y me entusiasmaban porque en ocasiones las energías se desvanecían, y las personas que conversaban conmigo me hacían ver los beneficios y los logros que se podían alcanzar con sacrificio, que en últimas eran pocos para lo grato que se siente culminar.
Por último, considero que arriesgarse y asumir retos alcanzables son la esencia del ser, el estar activo, dinámico en una sociedad que cada día exige más calidad de personas y de seres en continuo crecimiento es fundamental para el crecimiento humano. Lo importante, que reitero en este ejercicio, es que tuve la oportunidad de mejorar académicamente sin descuidar a mi familia. Gracias al Doctor Valcín por su grata ayuda con su sabía orientación y al personal de AIU.